- Distintas opiniones generaron en la comuna el anuncio del Gobierno sobre la desestimación de extender la Línea 4 de Metro y transformar el Metro Plaza de Puente Alto en una estación de trasbordo que unirá a la Línea 9.
- Codina acusa que la decisión podría significar atraso en su construcción, pérdidas de tiempo, aglomeraciones peligrosas, inseguridad, usuarios y adultos mayores sometidos al ‘festival del codazo’.
Información incompleta. Desconocimiento total. A favor y en contra. El anuncio del Gobierno que modificaba la extensión de la Línea 4 y que llegaría hasta Bajos de Mena, tiene a los puentealtinos con opiniones diversas.
Todas y todos comprenden el complejo escenario que se prevé y que, incluso, el alcalde de la comuna, Germán Codina, le planteó al Presidente Gabriel Boric el día 9 de agosto, cuando el Mandatario llegó hasta el Parque Juan Pablo II, en Puente Alto, a realizar los anuncios respecto a la Línea 9 y su nuevo trazado.
En la oportunidad, el edil planteó sus inquietudes y el temor creciente ante la posibilidad de que la estación Plaza de Puente Alto se convierta en un nuevo Vicente Valdés. En respuesta, Boric exigió a las autoridades asistentes a sentarse a dialogar para encontrar la solución pertinente y que tenga como foco el bienestar de las personas y la igualdad.
Sin embargo, Codina y dirigentes sociales no se detuvieron allí. El pasado 30 de agosto se reunieron con representantes de la gerencia de Metro en las oficinas de la empresa, en el centro de la capital.
“Me preocupa que a los vecinos que se les dijo que tendrían antes de 2030 la extensión de la Línea 4. Y ahora los plazos son de 10 años más con suerte. Aquí el argumento de fondo es la enorme necesidad de transporte expedito que tienen los vecinos del sector antiguo de Puente Alto y en Bajos de Mena”, dijo el alcalde en la reunión.
Además, Codina aludió a que la extensión de la Línea 4 permitía apostar por la generación de un terminal intermodal, aprovechando el Acceso Sur.
Cabe recordar que el primer proyecto se presentó el año 2018 y contemplaba un trazado de 17 kilómetros y 12 estaciones. En la actual modificación se agregaron las comunas de Recoleta, hacia el norte, y de Puente Alto, hacia el sur.
Se estima que el primer tramo de la Línea 9 llegará a La Pintana el año 2030. Por otra parte, entre 2032 y 2033 se inaugurarían las estaciones que van hacia el norte a Cal y Canto, y al sur para conectar Bajos de Mena y la Plaza de Puente Alto.
En conversación con PALD, Felipe Bravo, gerente general de Metro, señaló una diferencia de opiniones respecto a las conversaciones que mantuvieron con el jefe comunal.
“Se decidió integrar a Bajos de Mena como parte de la Línea 9, puesto que de esta forma podremos atender a las personas con la última tecnología, con trenes más grandes y un sistema de video vigilancia más moderno, entre otros puntos, prestando así un mejor servicio”, explicó Bravo.
Además, sobre la extensión, agregó que “los vecinos del sector contarán con dos opciones para desplazarse por toda la ciudad: por un lado, podrán ir a la plaza de Puente Alto y combinar con L4, y también podrán dirigirse hasta el centro de Santiago en tan solo 35 minutos, pues los trenes operarán también a una a mayor velocidad”.
PALD salió a preguntar a los puentealtinos qué saben del proyecto, qué les parece la modificación y qué les parece la opción de un plebiscito para que sea la comunidad quien decida.
Muchas personas evitaron ser entrevistadas, señalando que no tenían conocimiento de la modificación. En tanto, vecinos y vecinas que conocen el nuevo proyecto, dieron sus impresiones:
Leandro Bustos es tajante, y solicita no ser fotografiado. “Ojalá que nunca la tiren para acá, porque va a ser más delincuencia. Que llegue para otros lados, porque acá no conviene. Entiendo la conectividad, pero va a ser algo complicado para Puente Alto. Ya la comuna se está sobre poblando”, reflexiona.
Cristián Soto cree que “sería bueno, por la comodidad, el trayecto, los minutos que uno se ahorra: el trayecto disminuye”. Respecto a la posibilidad del plebiscito, señala que comprende por qué lo quieren impulsar. “Se va a llenar de gente”, dice.
Katherine Salinas responde con honestidad. “Maravilloso, obvio. Que la gente tenga más alcance al metro, me parece fantástico”. Frente a la posibilidad de colapso de la estación Plaza Puente Alto, dice “que pongan más guardias. Habiendo más guardias, hay más seguridad… entiendo el miedo, pero encuentro maravilloso que se extienda, para que toda la gente tenga acceso. Esa es la idea”.
Marcela Espinoza es vecina de La Florida y viaja constantemente a Puente Alto. “Estaría bueno. Se supone que el metro llega hasta acá, no más y después cuesta mucho tomar locomoción”. Sin embargo, comprende el malestar de los vecinos respecto a la posibilidad de que la estación colapse. “Es atroz, porque a mí me cuesta mucho tomar el metro en Trinidad hacia Tobalaba, porque de aquí ya va lleno, hay que empujar para que entre la gente. O sea, nosotros no vamos a poder tomarlo, porque a veces pasan dos, tres metros, y no puedo tomarlo”, comenta Espinoza.
Cecilia Rodríguez comprende el beneficio para la comunidad. No obstante, es clara en su opinión. “Sería un caos, en verdad no sería bueno. Sería mejor que le preguntaran a toda la comunidad de Puente Alto”, dijo la vecina.
Rosimar Rivero lleva un año en la comuna. “Se pone demasiado full en la mañana y en la noche. Yo creo que deben buscar una solución para los que van a trabajar”, indica. Respecto al plebiscito, señala que “muchas personas nos beneficiamos de esto, porque yo trabajo en provincia, y esto es lo más cerca que tengo. A mí me beneficiaría tener un metro más cerca de donde vivo, porque tomo colectivo para acá”.
Nicole Labra sólo ve beneficios con el proyecto. “A nosotros nos favorece que haya una conexión hasta donde vivimos. La idea del plebiscito no me parece, porque a mí me beneficia acortar los tiempos, porque las micros se demoran en pasar, vienen llenas. Y el Metro es súper efectivo para llegar en poco tiempo, yo creo que me ahorro 20 minutos”, comenta la joven.
Benjamín Flores es estudiante. “A mí me parece una buena extensión, porque va a conectar a mucha gente. Acá no se va a transformar en Vicente Valdés, yo creo que va a ser una especie de Baquedano, pero más rápido, no creo que se vaya a juntar tanta gente”, comenta. En tanto, sobre la posibilidad de plebiscitar, dice que “estaría bueno, porque por primera vez se les preguntaría a los usuarios de Metro si les gustaría que la estación fuese común y trasbordo. Pero encuentro que esas decisiones deberían tomarla los expertos, porque ellos ven el manejo de las aglomeraciones”, enfatiza Flores.
Cristián Cornejo es dirigente social y hace sus comentarios respecto a la modificación. “Todas tienen que unirse. Es unificar Santiago. Es unir las comunas. La evolución humana es avanzar y juntar lugares. Era muy terrible antes llegar al centro, te tomaba dos horas, y ahora en 40 minutos. Le sirve a las personas que no tienen capacidad de moverse en auto”, dice Cornejo. Y agrega, “hay gente que tiene miedo de la delincuencia, pero los delincuentes ahora andan en autos. Da lo mismo el plebiscito. El metro le da más posibilidades de trabajo a las personas”, recalca el dirigente.
La discusión está abierta. Lo cierto es que hay voces a favor y en contra para un proyecto que, en su totalidad, estaría listo el año 2033.
¿QUÉ OPINA GERMÁN CODINA?
Creo que el anuncio del Presidente Boric sobre desechar la extensión de la línea 4 del metro hacia Bajos de Mena y el sector antiguo de Puente Alto no es una buena noticia.
Al hacerlo con la Línea 9, el Gobierno perjudica a Puente Alto y a su gente, obligándolo a esperar 10 años más, el doble de tiempo que requería la construcción de la extensión de la Línea 4. ¿Este mismo cambio se habría hecho en un trazado en el sector oriente?, ¿el Presidente se habría atrevido a algo así? Estoy seguro de que no.
El trazado de la L9 obligará a los puentealtinos a pasar por una estación de transbordo en la Plaza de Puente Alto que va a producir pérdidas de tiempo, aglomeraciones peligrosas, inseguridad, usuarios y especialmente adultos mayores sometidos al ‘festival del codazo’ peleando los asientos en el cambio de tren cuando tengan que ir al hospital, por ejemplo.
La estimación de las autoridades del Metro es que con la L9 ya funcionando, el 80% de los pasajeros seguirá usando la L4, porque sus principales puntos de interés siguen siendo el Hospital Sótero del Río (con más de 1 millón y medio de usuarios), la Municipalidad, el Registro Civil, la Delegación Presidencial o porque trabajan en el sector oriente.
La proyectada Línea 9, más encima, costará ¡425 mil millones de pesos! Una pregunta plausible: ¿por qué no gastan mejor una pequeña parte de esos 425 mil millones en hacer la Estación INTERMODAL de Puente Alto y dar así alternativas de mejor conectividad a más de dos millones de habitantes de nuestra comuna, La Florida, San Bernardo, La Pintana y otros sectores del sur de Santiago? Una INTERMODAL se justifica plenamente en la comuna más poblada de Chile, pero no en la Plaza como algunos podrían sugerir.
El dolor de la pobreza se sufre en el día a día, también en la carencia de conectividad y las falencias del transporte público. No es justo decirle a gente honesta y de esfuerzo que, por una decisión arbitraria del Presidente Boric, retrasarán más de 10 años la extensión del Metro; y decírselo como si fuera una buena noticia, lo encuentro una burla.
