Aníbal González Portiño se encontraba acostado en su domicilio de calle Genaro Prieto cuando a eso de las dos de la madrugada su sueño se vio alterado por ruidos que provenían del antejardín de la casa.

El hombre, que actualmente se encontraba sin trabajo, estaba aprovechando sus últimos días en casa, ya que le habían notificado de una faena en una minera en el norte del país.

Cansado y algo somnoliento se levantó a ver qué pasaba, encontrándose se frente con su hijo menor, Miguel Ángel González, que estaba visiblemente alterado. Dicen que trató de contenerlo, pero todo se fue de las manos y derechamente se transformó en una discusión en la que también se vio involucrado el hijo mayor.

El joven trató de intervenir, pero no pudo hacer nada, porque la furia de su hermano menor estaba desatada, tanto así que en un momento determinado inmovilizó por la espalda a su papá  y ejerció presión en el cuello hasta quitarle la vida.

Ignacio González, hermano del fallecido, señaló que a nadie se le pasó por la cabeza que algo así podía suceder. Su hermano era tranquilo y trabajador, sin problemas de ninguna naturaleza, salvo los que le ocasionaba muy ocasionalmente Miguel Ángel.

Ignacio reveló que nadie esperaba algo así.

“No se drogaba todos los días, era buen cabro, pero la droga lo fue transformando, hasta que pasó lo que pasó”, señaló a puentealtoaldia.cl, tratando de dar explicación al suceso que mantiene a la familia en shock .

Vecinos también están impactados. Confirman que Aníbal no merecía la muerte que tuvo. “Se crió acá, era respetuoso”, dijo un habitante de la población El Tranque.

A la espera de nuevos resultados de pericias, incluido el informe detallado del Servicio Médico Legal,  la Fiscalía solicito la ampliación de la detención hasta el próximo sábado, oportunidad en que el Ministerio Público espera formalizar a Miguel Angel González Lira por el delito de parricidio.