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Bosque Miyawaki, el pulmón verde de “esperanza” del Hospital Sótero del Río

El proyecto de área verde, recientemente implementado, se ubica al interior del recinto hospitalario.

El pasado 23 y 24 de noviembre se llevaron a cabo dos jornadas de plantación de bosque Miyawaki en el sector Trapa Trapa del Hospital Dr. Sótero del Río, lugar que está considerado un verdadero “pulmón” del recinto hospitalario.

El proyecto, en el que colaboraron más de 150 personas, plantando más de 1200 árboles de 25 especies distintas, fue posible gracias a la consultora Symbiotoca (especializada en la remediación del suelo degradado y recuperación de especies nativas), en un trabajo conjunto con el equipo de Sonrisólogos del hospital, que operan en el Sóterio del Río desde 2008.

“La ventaja de un bosque Miyawaki es que con esta técnica se puede contar con un bosque nativo de manera rápida, acelerada en cualquier lugar de la ciudad. No hay que esperar 10 a 15 años para poder tener grandes árboles, pues ya en tres años se puede lograr una gran frondosidad. Su objetivo es traer corredores biológicos a la ciudad, para así comenzar a renaturalizarla”, señala a PALD Diego Díaz administración y logística Symbiotica.

BENEFICIOS

-¿Que especies se plantaron en ambas jornadas?

-Plantamos alrededor de 25 especies nativas, como quillay, peumo, boldo, litre, espinos, quebrachos, algarrobos, maitenes, entre otros. En un espacio de casi 500 m2, plantando de 3 a 4 especies distintas por m2.

-¿Qué beneficios conlleva un bosque miyawaki?

-Primero que todo, es un hot spot de biodiversidad, al que llegan insectos, aves nativas, y facilitan la “restauración activa”, son excelentes sumideros de carbono en la ciudad. Un estudio de este año de bosques en Europa donde se usa esta técnica llegó a la conclusión que 100m2 de estos bosques compensan la emanación de Co2 de una persona promedio al año.

En el caso del bosque en el Hospital Sótero del Río, a largo plazo será el oxígeno más “rico” que habrá en el sector donde está ubicado. Asimismo, habrá eficiencia hídrica, pues a partir del tercer año no se riega más, y su mantenimiento es menor a las áreas verdes tradicionales, pues el bosque se mantiene por sí solo, interviniendo solamente para despejar las rutas y caminos. También actúa como un “reductor de ruidos”, una especie de barrera acústica de la gran ciudad, y captura más eficientemente el material particulado, entre otras ventajas.

– Han trabajado con varias instituciones en la plantación de bosques miyawakis. Con hospitales, esta es segunda intervención, siendo a primera la realizada en el Hospital Luis Calvo Mackenna hace ya un año. ¿Cómo fue la experiencia y resultados?

– Los resultados han sido excelentes. Cuando plantamos los arbolitos tenían un porte de 30 cms., y hoy han alcanzado casi los 2 metros. Y donde se llevó a cabo la intervención, era un espacio que anteriormente era un lugar de fumadores, que hoy es un área verde, de desconexión y de encuentro de la comunidad hospitalaria.

LUGAR DE ENCUENTRO Y ESPERANZA

Carola Garabano, directora de Sonrisólogos y trabajadora social de la municipalidad de Puente Alto, se muestra feliz con la implementación del bosque Miyawaki en el hospital Sótero del Río, recinto en el que con un equipo de clowns llevan alegrías a los pacientes, buscando que las personas hospitalizadas puedan expresar sus emociones. Junto a ella se encuentra Susana López de Vergara, psicóloga y coordinadora de sonrisólogos: ambas entregan mayores detalles de este proyecto.

-El espacio donde se materializó este proyecto de biodiversidad, es un área verde que se denomina “Trapa Trapa”, ubicado en el interior del hospital. ¿Cuál es su historia? ¿Cómo nace?

-Carola: cuando llegamos al hospital el 2008, vimos que al frente de donde estábamos ubicados había un espacio muy amplio, que era un basural. Nos pusimos en contacto con la municipalidad, ayudándonos con su limpieza, recuperando el lugar y convirtiéndolo en un área verde, en un espacio para los niños hospitalizados, pero también para sus familias y la comunidad hospitalaria. El nombre de Trapa Trapa (lugar de paz) se lo pusieron los niños, lo que generó un fuerte sentido de pertenencia. Se hizo una votación, con cámara secreta y huella dactilar, todo muy en serio. Y Trapa Trapa como tal se inaugura el 2013.

-¿Qué me pueden contar en relación a los dos días que junto a Symbiotica y demás voluntarios, plantaron más de 100 especies nativas?

-Carola: fueron dos días de mucho trabajo la vedad. Estuvieron invitados a ser parte de esta linda iniciativa funcionarios municipales, del Hospital Sótero del Río, los pacientes, sus familias, los niños de oncología, adultos mayores, etc. Rotó durante ambos días mucha gente, que quería venir a plantar un arbolito. Esto tiene una connotación importante para nosotros, pues significa el volver a tener esperanza, y el volver a conectarnos con la tierra, con el sol, con el agua etc.

Susana: en este espacio se realizan muchas actividades de interacción social, ahora, y ahora, con este lindo proyecto, podremos hacer “baños de bosque” que es un tipo de terapia donde la idea es que bajen niños hospitalizados, y hacer paseos, para nutrirse de los beneficios que la naturaleza ofrece.

-Eso tiene que ver con el concepto de “isla sanadora”, con el que se ha denominado a este lugar…

-Carola: Exacto. estamos en un lugar en donde ya tenemos árboles de 150 años, y arbolitos que están creciendo recién ahora. Así que nuestro compromiso, como sonrisólogos, es cuidar cada uno de ellos. Hace poquito vino una niña que va a ser derivada pronto por un trasplante al Calvo Mackenna, que antes de la operación, bajó al Trapa Trapa para plantar su arbolito y le puso nombre, y ha venido todos los días a verlo.  Para nosotros este lugar representa eso: esperanza.

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