Desde hace 7 meses, tiene la responsabilidad de recibir a los puentealtinos que llegan al Parque San Francisco, recinto municipal que alberga diversas actividades de interés para los vecinos.
 
Don Ricardo Suazo Arenas es el encargado de dar la bienvenida y las indicaciones necesarias a toda persona que llega al Parque San Francisco en Puente Alto, lo que hace de manera amable, con una sonrisa en el rostro. “Si bien me dedico a funciones como guardia de seguridad, soy quien también está todo el día en la puerta”, afirma.
Oriundo de Cauquenes, e hijo menor de una familia de 14 hermanos, don Ricardo llega a la capital provincial en  el año 2001. Fue en esta ciudad en la que decidió radicase tras vivir anteriormente en Ñuñoa, y en la cual le entregaron su anhelada “casita” junto a su esposa.
Dice que Puente Alto lo ha tratado muy bien, agradeciendo todas las oportunidades que la comuna le ha brindado con los años. “Además, el sector en el que vivo es bien tranquilo, y  estoy tan solo cuadras no más  de mi trabajo”.
Su gran sueño era ser agrónomo, carrera que estudió por tres años en su juventud en la Escuela Agrícola de Talca, la que no pudo finalizar por problemas económicos, pues sus padres –un ex marino y luego cuidador de fundos y su madre, dueña de casa- lamentablemente no pudieron costear, influyendo el hecho de ser una familia tan numerosa.
Posteriormente, sus pasos tomaron rumbos muy distintos, pues indica que llegó a jugar fútbol en la 2ª. División, en Independiente de Cauquenes, lo que tampoco resultó muy bien, yendo finalmente a trabajar con su padre en faenas agrícolas.
En 1980 arriba a Santiago, con la promesa de ser jugador de Magallanes FC, pero dice que “lo engañaron y se quedó sin ni uno” en la capital, donde lo ayudó una de sus hermanas,  saliendo adelante con esfuerzo y trabajo.
Con los años, se casaría, siendo padre de dos hijos, hoy ya adultos profesionales que  viven en el extranjero, pero con los que asegura mantiene contacto frecuente, emocionándose al recordarlos, siendo a la vez un feliz abuelo de tres hermosas niñitas.
 
“FELIZ DE RECIBIR A LOS VECINOS”
Una vez jubilado, don Ricardo trabajó como encargado de las cámaras de vigilancia del Parque Arauco y luego en la Fiscalía Nacional, en temas también relacionados con la seguridad. Lamentablemente, una operación a una de sus piernas hizo que dejara este empleo, y una vez ya recuperado, le ofrecieron ser el guardia del Parque San Francisco, lo que aceptó encantado.
“Ya desde hace tiempo que tengo experiencia en el trato con las personas, de recibirlas, de saber lo que necesitan, etc. Eso sí, hay que saber lidiar con cada uno de los caracteres de  la gente, porque uno no sabe mucha veces si es que han tenido un buen o mal día. Cada persona tiene su temperamento. Eso sí, yo feliz de recibirlos”, sostiene. “Al parque además viene gente de todos los sectores y de distintos estratos sociales,  pues Puente Alto, más que una comuna, es ya una gran ciudad, diversa y enorme”, agrega.
 
(Nota en edición impresa de sábado 12.1.19)