El victimario intentó regresar con la víctima, de quien estaba distanciado hace tres años, ésta al no ceder, causó una ira imparable en su comportamiento.

¿Qué pasó?

S.V.N se acercó a las dependencias de PALD, con una angustia que dejaba en evidencia, debido a sufrir acoso, violencia y amenazas de muerte por su expareja, de iniciales V.A.M.B., quien acudió a su vivienda de la villa Las Lomas Oriente, lanzando piedras a los vidrios y fachada.

El hecho se desencadenó el sábado pasado en la mañana, en que el furioso individuo se presentó en casa de su hermano para advertirle que debía despedirse, porque la iba a matar. Asimismo, lo hizo con su hija de 12 años, a la cual le dejó por escrito en Whatsapp el virulento mensaje.

“Mi hermano me llama a mi trabajo y me contó que mi ex andaba buscándome como loco y juró aquí en la casa que pronto va a haber un velorio; se lo dijo a los vecinos, a todo el mundo”, contó la mujer de 40 años.

Aquel día sábado llegó a eso de las 13: 30 horas a realizar graves destrozos en su casa. “Me quebró los ventanales, el techo, rompió las cámaras de seguridad, la puerta, todo mal”, indicó la víctima

Llegada de carabineros

Al lugar concurrieron funcionarios de la 20° Comisaría, quienes según la afectada “se portaron súper bien, me acompañaron a buscarlo a todos lados, pero no lo encontramos”, dado que, al comunicarse uniformados con fiscalía, la entidad dispuso su captura, debido a mantener orden vigente de arresto.

Horas más tarde, V.A.M.B. regresó al sitio para terminar de romper los vidrios y destrozar todo lo que encontrara a su paso, pero por fortuna, la afectada no se encontraba en el inmueble.

El sujeto estuvo privado de libertad

El expresidiario (36), conlleva un amplio prontuario policial a su haber, robo y violencia intrafamiliar, son algunos de los delitos por los que ha tenido que enfrentar a la justicia. Estuvo recluido en el recinto carcelario Colina 1 durante un período de tres años.

En 2020 se produjo un ataque brutal

“Él estaba preso, sale en libertad, y en junio llegó a mi casa a modo de castigarme porque yo no quería estar con él, se negó a la separación y sus celos enfermizos lo hicieron convertirse en un loco. Saltó la reja de mi casa, me agredió, me apuñaló, me pegó casi seis horas seguidas”, recordó la víctima, del hecho que casi acabaría con su vida.

La atacada terminó en el hospital tras el episodio, y a los días vuelve a casa de su madre, quien la protegía, pero lamentablemente ella se contagió de coronavirus, enfermedad que no logró ganar la batalla.

Tras la pérdida de su madre, la víctima optó por cambiarse de casa y dedicó su tiempo al trabajo y al cuidado de sus hijas. “En ese lapso lo vi solo un par de veces, nunca tuvimos contacto físico, ni nada, hasta abril que hablamos y me dijo que se quedaba con mi hija mayor y yo con la menor”, comentó.

El agresor conserva una orden de alejamiento recién emitida en julio, sin embargo, hace caso omiso a la ley. “Tiene más de cuatro hojas de prontuario, siento que él no debe estar en la calle, yo no quiero morir en manos de él”, finalizó angustiada S.V.N.