El estudio fue realizado por académicos de la Universidad de Chile.

Académicos y académicas del plantel público advierten nuevamente de los riesgos de construir sobre dicho enclave geológico, que está activo y que puede afectar a las más de 1 millón 700 mil personas que habitan las comunas que atraviesa, dado su potencial sísmico que podría ser localmente superior al del 27F.

El riesgo sísmico es parte de las vidas de quienes habitan en Chile, como también de las regulaciones de construcción de las viviendas. Pero, contradictoriamente, el 55 por ciento de la superficie de la Falla San Ramón está hoy construida como parte del crecimiento exponencial que ha tenido Santiago en las últimas cuatro décadas.

Ya en el 2018, los investigadores del Programa de Reducción de Riesgos y Desastres de la Universidad de Chile (CITRID) Gabriel Easton del Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas; Jorge Inzulza y Catalina Jiménez Yáñez del Departamento de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo; Sonia Pérez del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales; y Daniela Ejsmentewicz Cáceres del Departamento de Enseñanza Clínica del Derecho de la Facultad de Derecho, publicaron el estudio transdisciplinario “¿Urbanización fallada? La Falla San Ramón como nuevo escenario de riesgo sísmico y la sostenibilidad de Santiago, Chile” en la Revista de Urbanismo, advirtiendo los riesgos de construir en las zonas aledañas, especialmente en las comunas de Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto.

Al respecto, Gabriel Easton explica que la Falla San Ramón atraviesa todas las comunas situadas a los pies del frente cordillerano, en el piedemonte de Santiago, a lo largo de más de 25-30 km, e incluso 50 km si se considera también Pirque y Lo Barnechea, profundizando hasta unos 10-12 km en la corteza terrestre. Zona que estudian desde hace casi dos décadas, primero determinando la ubicación en superficie de esta falla y demostrando su carácter activo a través de su estudio paleosismológico, y luego incrementando las capacidades de su monitoreo sísmico.

Foto: La Tercera.

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