El Superintendente Cristian Orellana Montes, dio cuenta de la reducción de recursos, cómo han tenido que enfrentar el explosivo crecimiento demográfico de la comuna y por qué tomaron la decisión de disolver la ex 6ª. Compañía Casas Viejas.

Bomberos sigue siendo la institución más confiable para los chilenos, de acuerdo a un estudio elaborado por la consultora Almabrand, durante el 2020. Institución que ha visto cómo se desploman las cifras de credibilidad y confianza de otras entidades públicas, tanto a raíz del estallido social,  por hechos internos que salieron a la luz o por su manejo durante la pandemia.

Sin embargo, Bomberos no está exento de inconvenientes y desafíos de cara al 2021. Conversamos con el Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Puente Alto (CBAP), Cristian Orellana Montes, quien habla de la reducción de recursos, cómo han tenido que enfrentar el explosivo crecimiento demográfico de la comuna y por qué tomaron la decisión de disolver la ex 6ª. Compañía Casas Viejas.

NO PODEMOS CESAR NUESTRAS FUNCIONES

-Superintendente, ¿cómo es el panorama económico del CBPA para este año?

-Nosotros como Cuerpo de Bomberos de Puente Alto recibimos los dineros estatales en la quincena de abril, por ende, durante todo este periodo nos mantenemos con remanentes del presupuesto del año pasado. El estallido social y la pandemia también nos han golpeado financieramente con aumento explosivo de gastos y, a su vez, reducción importante de recursos. El año pasado, solo a raíz del estallido, nos redujeron los recursos entre un 25 y 30 por ciento. Se podrá imaginar cómo se ve el panorama para este año, si sumamos la pandemia.

¿Tienen algún pronóstico de a cuánto llegará la reducción este año?

Liderar un Cuerpo de Bomberos es como manejar una empresa. Nosotros ya hemos reducido la proyección de ingresos y tenemos que movernos económicamente bajo esos márgenes. Estamos conscientes que atravesamos por una crisis global para la que nadie estaba preparado, pero nosotros no podemos cesar nuestras funciones. En medio de la crisis sanitaria tuvimos que invertir en medidas de seguridad para nuestros bomberos. Gastos enormes, pero impostergables y comprando insumos como cualquier ciudadano, sin ninguna ayuda o excepción tributaria. Hoy, tenemos que pensar muy bien cada vez que sacamos los carros a la calle, porque cada peso cuenta.

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