Puentealtina de Troncal San Francisco teje desde los 8 años y sus trabajos ya cruzaron el atlántico.
De sus 65 años Patricia González lleva 57 en el mundo de los palillos, lanas y telares. Es el mundo que le encanta y donde puede desarrollar toda su veta artística.
Patricia, quien reside desde 1987 en la comuna, se dedica a tiempo completo al teñido de lanas y al tejido, además de desarrollar trabajos a telar.
“En el 2008 tomé un curso para aprender a teñir lanas e hilado. Lo hice en Calera de Tango. Ahí me enseñaron todo el proceso de la lana”, comentó a PALD.
La emprendedora local precisó que hay dos técnicas para el teñido de las lanas. La primera con el uso de anilina -colores artificiales- y la segunda utilizando productos naturales.
“Yo uso especies naturales para vender trabajos personales. No me puedo quejar, me ha ido bien. También hago clases y talleres”, indicó Patricia.
DESDE NIÑA
La artesana puentealtina contó que su afición a las lanas comenzó a los ocho años, cuando en la escuela había que elegir un taller específico.
“Me enseñaron como a los 8 años a tejer. Fue en la escuela Consolidada Dávila, que estaba en el Paradero 16 Ochagavía, hoy comuna de Pedro Aguirre Cerda. Había mucho profesor normalista, profesores de música, artes manuales, tejido, etc”, recordó la mujer.
Durante muchos años los palillos y las lanas fueron sus fieles acompañantes, realizando trabajos para la familia completa y para los amigos.
También, cómo no, para la venta, lo que le ha posibilitado generar una entrada económica.
“Hace un tiempo hice un taller en el trabajo para un hermano. Allí aprendí a tejer en distintos tipos de telares. Sobremesa, bastidores, cuatro pedales, mapuche, etc”, detalló Patricia.
A partir de aquí, comenzó hacer ponchos, donde la mayoría los hace por encargo, incluso desde el extranjero.
“Sí, vendo mis trabajos. Los he enviado a Alemania, España, Canadá, Francia, etc. Gente conocida me encargan trabajos y se los llevan”, contó la artesana, agregando que sus ponchos los hace con telar de bastidor.
“Luego le agrego flecos, cuello a palillo; bien abundante para que se vea bonito”, precisó a PALD.
Las lanas teñidas también son comercializadas, teniendo una clientela que le compra por su calidad.
Dentro de su familia, ella es la única artesana, ya que ni siquiera sus cuatro nietos se han dedicado este arte.
“Tienen otras profesiones; no son artesanos. Soy la única”, cerró esta emprendedora local.
Para los interesados e interesadas en aprender hilado, telar y teñidos de lana pueden contactarse al +569 71940665.