En febrero el  tradicional local y parte del paisaje de la comuna, se muda a Balmaceda, frente a la Plaza de Puente Alto y a un costado de la ex municipalidad.

¿Quiénes son?

Parte de la historia de Puente Alto y de su identidad, la ha constituido la tradicional Farmacia Roubillard, que este 2022 cumple 79 años de servicio a la comunidad.

Sus orígenes se remontan a principios de la década de los ‘40, cuando don Sergio Roubillard González y su esposa, la señora Carmen Hauyon Gálvez, se trasladaron desde Salamanca hacia la región Metropolitana, específicamente a la capital provincial. Ambos titulados como Químicos Farmacéuticos, deciden instalar su propia farmacia, en calle Concha y Toro con Clavero.

En dicha locación permanecieron hasta 1952, año en el que deciden trasladarse a la actual ubicación en Concha y Toro #302 (esquina Sergio Roubillard), abriendo al público en octubre de 1952.

Hoy, tras casi 70 años, la clásica farmacia, parte del paisaje puentealtino, se cambiará a una nueva ubicación, y desde ya, han comenzado a informar a sus clientes de su nueva casa, que contará con dependencias mucho más amplias, permaneciendo en el centro de la comuna como ha sido su sello desde los inicios: estará emplazado en Balmaceda 267, frente a la Plaza de Puente Alto y a un costado de la ex municipalidad.

¿Dónde se traslada?

Historia y tradición que  debía continuar

Marcelo Criado,  subgerente del local, destaca el carácter familiar de Farmacia Roubillard, la que partió “como una farmacia pequeñita, y que fue creciendo con los años. Toda la gente que trabaja acá, que somos cerca de 20 personas, tenemos el mismo espíritu de don Sergio y al señora Carmen, que es de entregar bienestar a la comunidad”.

Sobre las nuevas dependencias, a las que pronto se mudarán, comenta: “contaremos con un espacio mucho más grande, con una sección de perfumería y un lugar especial para las mascotas. La inauguración será el próximo sábado 12 de  febrero, y el lunes estaremos ya atendiendo a nuestra querida clientela”.

En tanto, Marcela Espinoza, secretaria ejecutiva, recalca que los años y las personas pasan, pero las instituciones continúan en el tiempo, recordando  a la vez con cariño a dos trabajadores insignes de la farmacia, doña Lastenia Yáñez y don Melvin Hauyón, que desempeñaron funciones por más de cinco décadas,  y que hoy por temas de salud relacionados con la pandemia lamentablemente no trabajan junto a ellos. “La Farmacia Roubillard es parte de la historia de Puente Alto, la gente la ve y la valora como un patrimonio, y eso  a todos nos da un tremendo orgullos. Y don Sergio, pese a las dificultades,  no quiso terminar esta historia” sostiene.

Sobre este punto, don Sergio Roubillard (hijo) envía un mensaje a los puentealtinos: “esta es una  es una tradición que había que continuar. Tengo mucho cariño y confianza por mi personal, y sé que continuarán entregando un servicio de calidad a los vecinos y vecinas en nuestra nueva casa, eso, unido a buenos precios. Esperamos nos sigan apoyando como lo han hecho siempre”.