En el Tribunal Superior británico se han presentado 51 casos que buscan compensaciones legales.
En un documento legal presentado ante el Tribunal Superior en febrero, AstraZeneca reconoció que su vacuna contra el COVID-19 puede desencadenar el Síndrome de Trombosis con Trombocitopenia (TTS), aunque en casos muy inusuales.
Aunque AstraZeneca subraya que este síndrome (que combina la formación de coágulos sanguíneos con un bajo recuento de plaquetas) es muy raro y que la causalidad debe ser evaluada por expertos en casos individuales, incluso, puede ocurrir sin haber recibido la vacuna.
Esto ha desencadenado un interés significativo en las compensaciones legales. Hasta el momento, se han presentado 51 casos ante el Tribunal Superior británico, buscando daños estimados en hasta 100 millones de libras, equivalente a unos 125 millones de dólares.
Uno de los casos emblemáticos es el de Jamie Scott, quien en 2021 sufrió una lesión cerebral permanente y quedó incapacitado para trabajar después de recibir la vacuna. Scott compartió su testimonio con The Telegraph, indicando que las consecuencias en su cuerpo comenzaron después de recibir la dosis de AstraZeneca en abril de 2021.
No obstante lo anterior, AstraZeneca sigue respaldando la seguridad y eficacia de su vacuna, destacando estudios independientes y argumentando que en el primer año de su despliegue salvaron más de seis millones de vidas.
