Carlos Henry Ayala Ampuero, tiene 39 años y hace 7 años comenzó con el oficio de cuchillero, el que aprendió de su abuelo y perfeccionó a través del autoaprendizaje.

Este artesano junto a su pareja tienen una hija de tres años, quien es el centro de su vida.

Fue en Puente Alto, en la villa El Peñón,  donde inició este emprendimiento, cuyos primeros clientes fueron sus amigos y vecinos.

“Mi oficio se denomina cuchillería artesanal. Es lo que hago básicamente. Tomando en consideración la inclusión de ciertas máquinas, pero de corte menor. Es una cuchillería prácticamente que yo hago casi todo a mano”, dice Carlos.

Con un don inserto en su ADN, como él dice, este artesano recuerda con cariño y respeto a quien lo marcó en sus inicios.

“Mis primeros acercamientos a esto fue con mi abuelo, que me crió. Es oficialmente mi papá. Y con el papá de su papá (bisabuelo). Ellos eran personas de campo. Vivían en Las Cabras. Mi bisabuelo hacía todas sus herramientas. Si necesitaba un cuchillo, se lo hacía. Si necesitaba otro tipo de herramientas, se las hacía. El “conejeaba” y pasaba ocupando cuchillos para descuerar. Y con mi abuelo vivíamos arreglando herramientas. Enderezábamos las palas y así. Siempre estuvo en mi ADN. Cuando descubrí la cuchillería, ya tarde hace como 10 años, fue súper fácil decidirme entrar en esto. Y entré en esto básicamente con lo que te lleva a este tipo de trabajo. Renuncié a una pega que no me sentía bien. Y entré en los cueros. Y así fui buscando herramientas. Y me acordé de todo esto que le contaba y me hice un cuchillo hace ya 10 años, para trabajar los cueros. Pero los tiré para allá y me quedé en los cuchillos. Descubrí lo que realmente me gustaba”, detalló este hombre.

-Y bueno, con los cueros requiere trabajar con químicos. Es más demoroso.

-Bueno hacer cueros es más tranquilo. Hacer cuchillos es más laborioso. Pero es sencillo. Cualquier persona con ganas hace un cuchillo.

-Cuando decidiste forjar tu destino como creador de cuchillos artesanales, esto fue en Puente Alto. ¿Cómo creaste tu emprendimiento y tu taller?

-Bueno, los primeros 10 cuchillos los hacía con una prensa y una lima. Después empecé a incluir galletas, piedras, lijadoras de banda. Todo el proceso fue paulatino, logré tener un taller bien armado. Fue en dos o tres años.

-¿En Puente Alto cómo armaste tu red?

-Mira, yo vendí mucho a mis amistades, en ferias. Oportunidad que tenía, ofrecía un cuchillo, sin importarme a quién se lo ofrecía, como  familiares,  a todos. No tenía feeling con redes sociales a diferencia de ahora.

-Y ahí armaste tu cartera de clientes y comenzaste a producir a pedido y según los diseños que aparecían en tu cabeza. Y ponías el precio.

-Sí, así fue. Al principio hacía cosas que estaban en mi cabeza. Y después te das cuenta que no son los parámetros establecidos. Que no son los típicos y funcionales. Luego comienzas a ver diseños y copias. Y así he aprendido mucho copiando diseños. Y después vienen los clientes que te piden algún diseño y vamos afinando hasta que logramos la idea final. Llegan con una idea muy vaga porque no hay mucho conocimiento respecto al cuchillo.

-¿Tienes otra entrada para vivir?

-Tengo otro ingreso relativo con las maderas, en el taller de un tío. Pero me queda muy lejos y además con lo de la pandemia. Y el viaje es muy largo está en Quilicura. Así que no he ido.

-¿Cómo consigues los elementos para fabricar los cuchillos?

-Yo tengo la  suerte de tener  un tío dedicado a las maderas. Y por ahí me surto de maderas con mucha estética y los aceros de varios lugares. Y este año estoy dedicado a los reciclajes. Uno va y compra acero y no hay tanto trabajo. Ahora uno puede comprar un acero que viene doblado con el reciclaje. Implica harto trabajo.

-Con respecto al horno, allí también  hay otro tema.

-Al comienzo me lo hacía yo. Ahora con el tiempo hay varios artesanos que saben hacerlo y me mandé a hacer una fragua con bastante calor.

-¿Cómo se porta el cliente puentealtino?

-Bien, siempre se han portado bien. Vivía cerca de gente que trabaja en ferias. Entonces mis cuchillos eran bastante solicitados. La familia pide menos y los amigos algo muy puntual.

-¿Estudiaste algo en la universidad?

-Estudié Trabajo Social tres años y después estudié Administración de Empresas, pero no terminé. Siempre he sido autodidacta.

Carlos Ayala es mi Facebook.