En un intenso operativo contra cocinerías ilegales del centro de Santiago, un vendedor de sopaipillas derramó aceite hirviendo sobre él mismo y dos uniformados.

¿Qué pasó?

Con el fin de despejar el comercio informal de cocinerías ubicadas en la comuna de Santiago, el municipio realizó un plan fiscalizador, en el que resultaron detenidas cuatro personas, mientras que dos efectivos policiales terminaron con quemaduras de aceite.

Un total de 20 carros de comida fueron confiscados, y según informó Chilevisión, el procedimiento tomó por sorpresa a los vendedores, quienes carecían de medidas de higiene al momento de realizar sus preparaciones.

De acuerdo al canal, como algunos vendedores se negaron a ser fiscalizados, agredieron al personal que llevó a cabo la medida e incluso uno de ellos derramó aceite hirviendo sobre Carabineros, al intentar huir.

Prohibido vender comida en la calle

Desde la municipalidad de Santiago indicaron que el objetivo fue limpiar las calles del comercio informal, principalmente las cocinerías.

La autoridad argumentó que la misma comunidad señaló que estos puestos eran los más problemáticos por obstaculizar el desplazamiento, emanar malos olores y derramar aceite en espacios públicos.

Al ser controlados, algunos comerciantes reclamaron la devolución de sus productos, pero desde la municipalidad dijeron que la comida debe ser destruida porque se desconoce su procedencia y no pasó por un proceso con la Seremi de Salud.

También indicaron que no se otorgarán permisos para vender comida en la calle, pues en Chile lo prohíbe la regulación sanitaria.

Pese al operativo del jueves, el viernes nuevamente se instalaron ambulantes a vender en calle Catedral, cerca de la Plaza de Armas.