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Alihuen Antileo es uno de los dos candidatos que competirá por el Consejo Constitucional pueblos originarios

El candidato a Consejero Constituyente de pueblos originarios reflexiona sobre el fallido intento constitucional pasado y lo que espera suceda en este nuevo proceso.

El próximo 7 de mayo se realizarán las elecciones para elegir a los miembros del Consejo Constitucional, órgano que estará encargado de redactar una propuesta de nueva Constitución.

El Consejo es la única entidad del proceso constituyente cuyos integrantes –que serán 50 y tendrán una conformación paritaria– son elegidos popularmente, pues quienes componen la Comisión Experta y el Comité Técnico de Admisibilidad ya fueron designados por el actual Congreso.

En esta oportunidad, los pueblos originarios contarán con un solo escaño reservado. Alihuen Antileo Navarrete, perteneciente la etnia Mapuche, Licenciado en Ciencias Jurídicas, puentealtino y miembro de la organización Trawün Puente Alto, es uno de los dos candidatos que competirá a este puesto, junto a Julio Nelson Marileo Calfuqueo.

“En esta ocasión, para los pueblos originarios existe una sola circunscripción, en la que competiremos Julio Nelson Marileo, que viene la 9° región, y yo en la RM. En caso de salir electos, cualquiera de los dos, representaremos a todos los mapuches y demás pueblos originarios del país. Lo otro importante a informar es que, a diferencia de la vez pasada, en que cada pueblo originario votaba por su propio pueblo, es decir, Aymaras por Aymaras, Rapa Nui por Rapa Nui, etc, y en esta oportunidad cualquier indígena puede votar por los candidatos mapuche”, señala Antileo a PALD.

REPRESENTATIVIDAD

-Me imagino la campaña de propaganda involucrará bastante trabajo, al ser uno de los dos candidatos a optará a ser Consejero Constitucional con escaño reservado…

Sí, y nos tendremos que movilizar al norte de país también. Son situaciones que no afectan a otras candidaturas, pues las demás son regionales. En este nuevo proceso, tenemos una barrera muy alta de votos, pues ahora, para que exista un escaño reservado, debemos juntar entre todos los candidatos 190 mil votos, y dado que somos solo 2, el esfuerzo es tremendo. Se nos impusieron estas condiciones, lo que significó que muchas personas de otros pueblos originarios no quisieran participar como candidatos, y por eso quedamos los dos en carrera. Como dato: alrededor del 82% de la población de pueblos originarios en Chile es Mapuche, y del total del país, el 11%.

-¿Qué representatividad pueden tener los pueblos originarios con solo una etnia presente en el próximo Consejo Constitucional?

-Primero que todo, hay que entender esto desde el punto de vista del fracaso político de la anterior Convención. Si se hubieran adoptado otras medidas, como la aprobación de menos artículos referentes a derechos de pueblos indígenas en la propuesta de Nueva Constitución, tal vez unos 15 o 20, y no cerca de 50 como lo fue, puede que el resultado hubiese sido distinto. Pero bueno, ese es un costo político que tendrán que asumir quienes estuvieron ahí, pues a nosotros no nos consultaron tampoco. De hecho, una de las críticas que les hizo a los convencionales, es que no tuvieron relación una vez electos con el movimiento social organizado. No nos invitaron ni siquiera a las cuentas públicas. En ese sentido, fue un error, y hoy estamos en esta condición. En el caso de que uno de los dos llegase a ser consejero en las próximas elecciones, tendremos la misión de que consagrar 4, 5 o 6 artículos en relación a derechos de pueblos originarios.

PROCESO CONSTITUYENTE ANTERIOR

-¿Qué tipo de crítica puedes hacer respecto al pasado y fallido proceso constituyente?

-La autocrítica principal deberá ser de parte de los convencionales que estuvieron en la Convención, y creo que no ha sido la suficiente de parte de ellos, pues han hablado poco. Ahora, ¿que crítica hacemos nosotros como cualquier ciudadano y como dirigentes Mapuche? Nosotros pensamos que, de los 110 años de historia Republicana y Constitucional, con cero artículos relativos a pueblos originarios, ni un párrafo siquiera, a pasar a cerca de 50 artículos en la propuesta pasada de Nueva constitución, nos parece fue demasiado grande, se abarcó demasiado, y segundo, nos parece que había temas que podían haber quedado para una reforma legal o constitucional posteriormente.

-¿Cómo cuáles?

-Como, por ejemplo, el pluralismo jurídico, que existirían dos tipos de justicia, una para los chilenos y otra parta los indígenas, nos parecía que ese era un tema que no estaba aún maduro y tampoco era una de las prioridades, por lo tanto, me parece que ese es un aspecto que nos jugó en contra. Pero por, sobre todo, pasó lo siguiente: hubo dos planes de análisis y/ discusión, uno, el jurídico constitucional, y en sentido, la propuesta que ahí aparece recogía a grandes rasgos la normativa internacional relativa a pueblos originarios, y en ese punto de vista, el trabajo realizado era satisfactorio, pues Chile pasaba a ser de los 4 o 5 países más conservadores en materia de derechos de pueblos originarios, a estar entre los 4 o 5 países del mundo con más derechos. Y está el otro plano, el político, que pasó a ser igual o más determinante: la Convención, debido a la composición y la correlación de fuerzas existentes al interior, los escaños reservados lograban generar consensos y mayorías para aprobar estos artículos como propuesta de borrador. Sin embargo, los sectores conservadores desecharon la Convención, la dieron por perdida desde un inicio y se concentraron en lo que pasaba fuera de ésta

-¿Y qué sucedía fuera de la Convención?

-Generaron un clima e instalaron ideas en la opinión pública erróneas, de que Chile se iba a dividir, producto de la demanda de autonomía de los pueblos originarios, del pluralismo jurídico y de la plurinacionalidad, que iba a fragmentar el país, y el no respeto a la propiedad privada respecto a las expropiaciones que eventualmente se iban hacer para restituir las tierras indígenas.

Ese clima fue acompañado por un tema de seguridad real, del punto de vista de la delincuencia, de acciones de sabotaje que realizaron organizaciones indígenas armadas, unido a una crisis económica. Todo eso influyó en una mala evaluación del gobierno, para que ganara el rechazo y nos colocaron hoy en la situación que estamos hoy, en que tenemos cero derechos, no ganamos absolutamente nada en la primera convención y desde el punto de vista político, evaluamos que fue un fracaso.

ALIANZAS Y CONSENSOS FUTUROS

-¿Crees será difícil formar alianzas en la Convención? ¿Qué esperas de este nuevo proceso Constituyente?

-En al Convención pasada, como dije antes, existían cerca de 50 artículos relacionados con derechos para los pueblos originarios, por lo que ahí hay un base política, electoral y social que es agradece, sectores que estuvo de acuerdo con lo propuesto. Ahora, ¿cómo queda la composición del Nuevo Consejo Constitucional? Pensamos que deberá estar entre el 30% a 40% de estos mismos sectores, pero mayoritariamente, serán sectores que no estarán a favor de todos nuestros derechos, pero si a favor de algunos, como, por ejemplo, el reconocimiento constitucional, la interculturalidad, derechos educativos y lingüísticas, participación diferenciada en el Congreso, etc.  Creo que, en torno a esos objetivos, va a haber un consenso, y en otros no.

Otro aspecto importante, es que la Nueva Constitución no es de los Aymaras, ni de la Mapuche, etc. sino de la de todo Chile, por lo tanto, hay que pensar en generar un modelo de desarrollo para el país, que a mi juicio está determinado por la conformación de un Estado Social de Derecho, que nos permitirá generar un consenso que le sirva a las grandes mayorías y a los sectores más progresistas. Lo demás deberá verse posteriormente en reformas constitucionales y reformas legales.

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